La idea de celebrar un día mundialmente dedicado a las mujeres surgió a finales del siglo 19. Se trata de una festividad con carácter político que las mujeres contemporaneas no debemos ignorar. Desde hace aproximadamente 200 años tenemos registros históricos de las luchas de mujeres reconocidas y anónimas que contribuyeron para que actualmente podamos disfrutar de derechos que nos fueron negados en los siglos anteriores.
Los derechos más importantes que las mujeres hemos conquistado son:
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El derecho a voto;
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El derecho a la ocupación de cargos públicos;
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El derecho a la formación profesional;
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El derecho al trabajo y a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer.
“La Organización de Naciones Unidas (ONU) describe mejor que nadie el significado de este día: “El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer”.
El plan de que un día fuera mundialmente dedicado a la mujer surgió a finales del siglo XIX. En el mundo industrializado, fue un periodo de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
En 1909, de conformidad con una declaración del Partido Socialista de Estados Unidos, el día 28 de febrero se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer, que éstas siguieron celebrando el último domingo de febrero hasta 1913.
Para 1910, la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración.
En 1911, como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.
Entre 1913 y 1914, en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
Como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, en 1917 las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de “pan y paz”. Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos.
Desde hace 102 años, la lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo se simboliza en un mismo día en todo el mundo.
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer
, una fecha durante la cual se dan a conocer estudios, cifras, casos de violencia, casos de éxito… pero a final de cuentas se trata de historias, que le dan forma a este día sobre los muchos pendientes de la sociedad con este tema.
Y es que las vueltas de tuerca que ha dado la mujer a la historia es un aporte invaluable. En la antigua Grecia, por ejemplo, la obra Lisístrata cuenta la historia de una mujer que empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra.
Siglos después, durante la Revolución Francesa, las mujeres de París también levantaron la voz. Pedían “libertad, igualdad y fraternidad” y marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino”.
Tomado de: http://vidayestilo.terra.com.mx
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